EXPRESIÓN CORPORAL. SIENTO, EXPRESO, PERO NO ME JUZGO.

30.04.2018

Ana Adarve. Psicóloga.

La tensión ejerce un efecto negativo en nuestras vidas y puede producir daños tanto a nivel físico como mental, hasta tal punto, que nos puede impedir disfrutar y adaptarnos a las distintas situaciones. No obstante, podemos aprender a reducir nuestros niveles de tensión a través de diversas técnicas o procedimientos, entre los que se encuentra la expresión corporal.

A través de la expresión corporal tomamos conciencia del propio cuerpo, nos relacionamos con el medio físico y social, así como estructuramos el espacio-temporal de dichas relaciones. Al expresar nuestras emociones a través del cuerpo, lo que sucede en nosotros mismos se hace consciente al sentirlo y expresarlo corporalmente, somos conscientes de lo que sentimos, pero sin juzgarlo, exteriorizamos nuestros sentimientos con total aceptación, aliviamos el estrés y nos acercamos a lo que identificamos como libertad, lo que provoca que nuestros músculos se relajen y liberen toda la tensión acumulada.

La expresión corporal es una de las mejores formas de saber cómo reacciona nuestro cuerpo, está presente en nuestra vida más de lo que pensamos, la utilizamos cada día para hacer públicas nuestras emociones, miedo, afectos...etc., y qué duda cabe que expresar correctamente e identificar correctamente lo que los demás nos expresan ayuda a crear relaciones sociales óptimas y duraderas, lo que convierte a la expresión corporal en una herramienta extraordinaria para la comunicación. Especialmente beneficiosa en enfermos con dolor crónico por su capacidad para reducir la percepción del dolor, personas introvertidas, demasiado encerradas en sí mismas y con problemas para identificar y expresar sentimientos, y en general para todo aquél que busque relajarse, desconectar y conocerse más a todos los niveles.