LA IMPERMANENCIA.

10.06.2018

Ana Adarve Psicóloga

 

Desde niños nos educan para ser "poseedores”. A lo largo de nuestra vida utilizamos con demasiada frecuencia el pronombre posesivo "mi"...mi casa ...mi coche. ...mi pareja...mi amigo. ...mi....

Tan seguros estamos de lo que poseemos que creemos que esas "posesiones " estarán para siempre y nos olvidamos por completo de su impermanencia. Ser conscientes de la finitud de todo, es aprender a vivir y apreciar cada instante, cada momento. Respirar profundo, abrazar y besar con fuerza, acariciar despacio, escuchar atentos, mirar más allá de lo evidente, amar sin condiciones, dialogar sin medida compartiendo momentos, verbalizar los "te quiero", los "lo siento", valorar a qué y a quién regalar tu más preciado bien...tu tiempo y guardar en un lugar seguro todo lo bueno vivido porque ese es el único regalo que nos llevaremos de este tránsito que es la vida.