MEMORIA EMOCIONAL...UN POTENTE ACTIVADOR DE NUESTROS RECUERDOS
Ana Adarve. Psicóloga.
Hoy llegaste a mí, no te invoqué, no te llamé, pero te trajo una brisa con olor a ti, y enseguida apareció tu imagen tan nítida y entrañable como en aquellos años en que aún estabas en mi vida. Llegaste con la misma fuerza que aparece el recuerdo de mi padre cuando huelo a tierra mojada y me veo al final del camino que conduce al huerto esperando a que termine de regar, o como viene el recuerdo de mi madre en esas interminables coladas de los sábados cuando huelo a jabón, o quizás, con la misma fuerza que aparece el miedo y el nerviosismo cuando huelo a alcohol como víctima en mi niñez de los inyectables y del ritual previo del ATS (practicante). La memoria emocional nos lleva y nos trae a su antojo, nos revuelve por dentro, nos seduce, nos atrapa y nos deja ir, juega con nosotros al gato y al ratón, pero gracias a ella los recuerdos permanecen en el tiempo, los malos para protegernos y enseñarnos, y los buenos para guardarlos como verdaderos tesoros, porque gracias a ellos somos lo que somos.